¿Qué es el Tantra?
El Ayurveda, el Yoga y el Tantra son las enseñanzas de sabiduría milenaria que tienen su cuna de origen en la antigua India.
El TANTRA no es una religión, sino más bien una práctica sagrada. El Tantra tradicional que ha llegado a occidente fue adaptado a nuestra cultura y hoy se habla del „Neotantra„.
Ningún tipo de Tantra se basa exclusivamente en el sexo. Es una filosofía o actitud para la vida que incluye la sexualidad.
Esta práctica considera la energía sexual como algo vital, incluso sagrado. Puede ser una forma maravillosa de profundizar la intimidad de nuestras relaciones, tanto con nuestr@ amante como con nuestro cuerpo, quizá con nuestra propia alma.
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El estado natural para practicar el sexo tántrico es estar alert@ y al mismo tiempo relajad@. En definitiva es un estado de presencia consciente.
Mientras que muchos consideran la mente y el cuerpo dos cosas separadas, la realidad es que el principal órgano sexual es el cerebro.
Es nuestra mente la que procesa el placer, la que fantasea y la que prende la llama del deseo, la que crea los estados de ánimo y la que hace de nosotros seres juguetones y sexuales que somos.
Por esta razón, el primer paso en el camino tántrico es sentirnos bien en nuestro cuerpo, en nuestra propia mente u en nuestro ser en general.
Lo que nos aportó el Tantra
Pep
Descubrir el Tantra para mí fue un antes y un después, fue como un cambio de era. Por un lado fue algo muy nuevo y revolucionario y por otro lado fue como un recordar algo que ya sabía hace muchos años.
Al ser una filosofía ancestral ya me merece mucho respeto. Hay tanta sabiduría desarrollada en una época sin las tecnologías de hoy que me hace relativizar los avances modernos.
Cuando hablamos de energía hablamos de gasolina, electricidad, fuerza física etc. En el Tantra energía es amor, conexión, equilibrio, paz. La energía viene de dentro, de las entrañas, del espíritu, del corazón.
Para mí el Tantra es un punto de referencia en mi día a día. La transmisión de esta sabiduría me ha ayudado mucho y me sigue ayudando a conectarme conmigo mismo con la sádhana diaria.
El Tantra me abrió una „hambre“ de saber y experimentar enorme. Me „topé“, pude ver y superar mis sombras, mis miedos y mis vergüenzas. En fin . . . que hoy puedo decir alto y claro: GRACIAS TANTRA POR ESTE CAMINO ENRIQUECEDOR.
Giulietta
Mi encuentro con el Tantra fue „accidental“ pero claramente diseñado de llegar al momento oportuno. Estaba en una fase muy oscura de mi vida, sufriendo por un divorcio doloroso, acusándome de fracaso, rechazándome como mujer y dudando de mí misma. El primer taller de Tantra fue una revelación y desde allí me tiré de cabeza en esta filosofía ancestral.
Me ayudó a conocer a mí misma y que soy un ser precioso y divino. He ganado autoconfianza en mis habilidades y conocimientos. Hoy me siento valiosa como mujer, me gusta mi cuerpo y he encontrado el acceso a mi feminidad y sensualidad para disfrutar de una sexualidad plena y gozosa.
La práctica diaria, mi sádhana, me ayuda a conectar conmigo misma cada mañana. Trabajar con mis clientes con las herramientas y la filosofía del Tantra, como una de las bases más importantes, hace que pueda observar cada vez cómo la persona se puede abrir a lo que verdaderamente es y a lo que la hace feliz, relajad@ y amoros@.
